La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) estima que hasta 70 por ciento de la madera que se produce en México proviene de bosques explotados en forma ilícita.
Por si esto fuera poco, la importación de productos forestales a nuestro país ha tenido un incremento acelerado desde 1995, lo que provocó un déficit comercial en este sector de casi 2 mil millones de dólares en el año 2000. Esas importaciones provienen principalmente de Indonesia y Brasil que son otras de las regiones del planeta más ricas en biodiversidad. Ahí, la madera se obtiene casi exclusivamente en forma ilegal, con la consecuente destrucción de los bosques de esos países.
La explotación ilícita de los bosques permite la invasión de los mercados con productos forestales falsamente baratos. Eso ha ocurrido en México, donde la madera ilegal ha desplazado a los productores forestales mexicanos que no pueden competir con los bajos precios de ese producto.
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