jueves, 11 de junio de 2009

El río y el sol

En una hermosa Mañana, dos buenos amigos: el Río y el Sol, dialogaban muy tranquilamente:
-¡Mira, hermano Río, esos pescadores! ¡Cómo te están contaminando!
Y el río se dirigió a los pescadores: -¿Por qué contaminan la naturaleza?-Tú no eres la naturaleza, contestaron los pescadores de mal modo - y no sirves para nada.
-¡Claro que sirve!, intervino el Sol, pero los pescadores no le hicieron caso y siguieron contaminando el río con el aceite de los motores de sus lanchas y otros desperdicios que ensucian las aguas.
Tanto el río como su amigo el Sol trataron de buscar una solución posible. Así que dijo el Sol al Río:
-Tengo una idea para que los pescadores note contaminen, querido amigo. He pensado hablar con ellos mañana cuando vengan y sí no dejan de molestarle les quemaré el barco con mis rayos.
A la mañana siguiente llegaron los pescadores de nuevo, asustando a los peces con el ruido de sus motores y derramando aceite en las aguas.
El Sol se les acercó, calentándolos mucho con sus rayos y les dijo:
-Señores, se los digo de buenas maneras: dejen de ensuciar a mi amigo, si no, se arrepentirán.
Los pescadores no le pusieron atención a Sus amenazas. El Sol, disgustándose mucho, les advirtió: -Muy bien. Ustedes se lo buscaron.
Y con todas sus fuerzas mandó sus rayos y quemó las embarcaciones. Entonces los pescadores se fueron, prometiendo no volver a contaminar el río y hacer la pesca en otra forma, sin dañarlo.
Y el Sol y el Río vivieron felices, como buenos amigos.

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